El arte es un camino que me guía hacia mi conexión más salvaje con el agua. En esta serie, me sumerjo en la infinitud de los grafismos, de las manchas, de la liquidez de los materiales, del fluir del trazo al ritmo de la vibración de los colores de la naturaleza. A medida que me adentro en las sensaciones, la técnica muta y permite develar matices más sutiles y profundos de la artista. La estética se transforma con colores acuosos de acuarela y acrílico líquido sobre papel,  que permiten expresar la fluidez del elemento. A  través de la mancha, el grafismo y las tramas el nuevo emergente se expande, sencillamente es: absoluto y contundente,  la consecuencia de la unión del interior desconocido con el océano infinito.  Ambos espacios insondables y abismales. Sentidos que se funden en lo inmenso y hondo de la naturaleza.  Y revela, el alma del mar  en donde las palabras son sonidos sordos y las formas de contornos difusos, enlazadas por el agua.  Un trabajo que condensa el recorrido de varios años.  La naturaleza susurra al oído, y a través de las obras, los artistas somos sus voceros.